​   UN GRUPO de ranas está holgazaneando, sin hacer casi nada. Ahora todos sabemos que holgazanear es agradable, pero durante un período prolongado no puede conducir a nada bueno. Charlie flota sobre una hoja de loto.

 
  “¡Hola Charly! ¿Que pasa?" grita una rana. “Simplemente flotando, disfrutando del sol de la mañana”, dice Charlie.

 
  “¿Atrapar moscas?" pregunta una segunda rana.

 
  “Atrapé media docena río abajo.”
 
  
  A Charlie le gusta levantarse temprano y sabe dónde se pueden encontrar los bichos más jugosos.
 

  No es que las ranas tengan hambre ni nada, ya que hay bichos más que suficientes. Tienen todo lo que necesitan para estar cómodos y aun así se sienten insatisfechos. Habiéndose vuelto muy perezosos en todo, dan todo por sentado y no están inclinados a usar sus cerebros para ningún pensamiento real.

 
  Después de una discusión, concluyen que lo que falta es que no tienen reino. Cuanto más lo piensan, más atractivo parece un reino. Solo Charlie piensa que es una mala idea. Todas las otras ranas están demasiado emocionadas para escucharlo. Sin embargo, se encuentran con un problema. Están de acuerdo, razonablemente, en que un reino necesita un rey.

 
  “No podemos tener un reino sin un rey”. 

  
...........